Los moldes los compramos por noviembre en el LIDL (estas cosas no son nada sanas para las adictas a las fiestas como yo... ya empiezan con publicidad y ventas y yo mordiéndome las uñas... alguna cosa cae siempre, claro... ¡¡víctima consumista!!).
Como son bizcochos podemos elegir la receta que más nos guste para hacer en la MyCook (les gusta un montón eso de los botones y echar las cosas). La nuestra es la receta de mi madre de toda la vida.
El formato de medida es el vaso del yogurt.
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| Hacemos magdalenas con lo que sobra |
Ingredientes:
- 2 y 1/2 Harina
- 2 Huevos
- 3 Azúcar
- Yogur natural
- Peladura de limón
- 1/2 Aceite
- 1 sobre de levadura
- Sal
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| A los bizcochos había que quitarles un poco para aplanar |
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| ¡¡Había demasiadas manos por todas partes!! |
Elaboración:
Echamos primero el yogurt, con los huevos, el azúcar y el aceite. Mezclamos con la paleta mezcladora. Quitamos la paleta y echamos el resto de los ingredientes poco a poco y volvemos a mezclar.
Para decorar:
Hemos usado todo esto, y todo estaba bueno... menos la crema de vainilla de Dr. Oetker, que estaba muuuuuy mala... no nos ha gustado a nadie, y estábamos unos cuantos en la cocina (vino una amiga con su hija a guarrear con nosotros). Nada de nada de nada... puaggg..... y no estaba abierta, ni caducada.... así que sintiéndolo mucho por Papá Nöel, todo lo que llevaba crema de vainilla se lo hemos dejado a él.....
Me gusta mucho cocinar... pero me gusta teniendo tiempo, claro. Y me gusta cocinar con los niños, aunque me agobio a ratos, porque dos manos vale, pero cuatro intentando aplastar la masa y peleándose por el espacio se me hacen demasiadas... Pero yo siempre me digo que es cuestión de tiempo, que voy a agradecer hacer estas cosas con ellos, aunque ahora, a veces, se me haga un poco cuesta arriba. Porque ya iremos encontrando la armonía, y cada uno su lugar. Y llegará un momento en que podamos hacer las cosas disfrutandolas plenamente (nos pasó con las lecturas, y nos pasó con la hora del baño). Y siempre tendré estos recuerdos, de nuestras actividades juntos, para atesorar en mi cabeza (y por suerte en las fotos, que por mi cabeza, visto lo visto, no puedo poner la mano en el fuego). Y tal vez hagamos de estos momentos una tradición... o tal vez se aburran de mí y quieran hacer otras cosas, quién sabe... pero oye, si no lo hacemos, nunca lo sabremos.
Tal vez algún día, cuando sean muy mayores, se acuerden de mí y no me vean agobiada, ni regañona, sino que se acuerden de las galletas y les entre nostalgia (como seguro que me pasará a mí).
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