martes, 16 de septiembre de 2014

La vuelta al cole - PRAXIS

Efectivamente, ha sido un infierno...

La Criaturita lo ha llevado fatal... la primera semana se quedaba llorando todo el periodo de adaptación. Y cuando les empezaron a sacar al patio se quedaba pegado a la verja llamándome... aysssssssss.....

Y menos mal que me negué a llevarle... sino me lo traigo de vuelta. Y por suerte, la primera semana he tenido flexibilidad en el trabajo y he podido ir a recogerlo... pero claro, era recogerlo de un sitio y casi dejarlo en otro (con sus abuelos y su hermano, sí, pero otra vez lejos de mí). Fatal...

Además no dejaba que nadie lo cogiera, no había forma de consolarlo... y no quería saber nada de los demás niños (con lo que a él le gusta interactuar... y la ¡¡arena y los cubos!!, que en el patio tienen arenero...). Qué mal... cuando se empezó a quedar a comer las cosas mejoraron. La comida le calmaba y se ponía el solito a comer (tampoco dejaba que le ayudaran). Cuando llegó el día de hacer siesta la hizo bien (si es que a mi niño si le dices a dormir, pues a dormir que se va.... casi siempre), y cuando se despertaba se quedaba en su camita sentadito sin decir nada hasta que las maestras le decían que fuera a jugar.

Eso sí... los momentos de lectura, desde el primer día, los hizo bastante bien... yo creo que también influyó que el primer libro que escogieron lo teníamos en casa. Qué alegría me dió. Verle ese primer día, sentadito frente a la profe sin llorar y atento al cuento (triste, pero atento. Y sin llorar).

En fin... que ya ha habido días mejores. Se queja cuando llega, pero ya no llora (casi). Y cuando lo recoge su padre hay días que hasta está contento (y saca a pasear la mano, como dice su maestra). Aunque sigue teniendo momentos en los que llora, ya son menos. Las comidas genial, la siesta también. Y ahora se deja dar besitos por su profesora (lo de los brazos todavía es muy personal y lo reservamos a mamá... pero ya llegará). Pasito a paso.

Y en casa, pues los primeros días estaba enfadado, y el sueño nocturno ha sufrido un retroceso, demanda más teta (y lo entiendo, es su modo de sentirse unido a mí) y cuando me pierde de vista se pone muy nervioso... pero bueno, eso lo superaremos también paso a paso.

El libro conciliador...

¡Qué llega el lobo!. De Émile Jadoul. Ed. Edelvives

Desde que empezó el cole me lo ha empezado a pedir....

Y Nel... pues él estupendamente... menos un día que salió con los cables cruzados porque se quedó dormido sobre la mesa y le despertaron... el resto de los días super bien. Le da un abrazo a su padre y le dice que "es un abrazo muuuy fuerte, para que te dure en el trabajo" (y le aprieta un montón). Y si me ve en casa antes de irme, me dice que "vaya a trabajar un ratito cortito y luego a buscarle". Aysss

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