lunes, 13 de abril de 2015

Se acabó...

Se acabó la leche.
La de mamá.

Y qué penita que tengo en el cuerpo.... si llega a ser por la Criaturita nos alargamos indefinidamente en el tiempo. Qué penita....

Por X motivos tenemos que dejar la lactancia materna. La Criaturita lo ha llevado regulín, hemos podido dejar pasar el tiempo desde que tomamos la decisión, y ha sido muy progresivo.

Pasamos de la lactancia a demanda, a poner tomas regulares cuando estábamos cerca de los dos años. Como vino acompañado de la Escuela Infantil y los horarios laborales y todo este jaleo, el paso fue bastante natural y no generó ningún conflicto entre nosotros (y si algún día estábamos pachuchillos o un poco tristes, la tetita estaba ahí para apoyar sin complejos ni culpas).
Durante los siguientes meses fuimos quitando tomas. La última fue la de la cena (incluso después de la que hacíamos en mitad de la noche, que se la quité para alargar el sueño y la verdad es que no me dio ninguna guerra el zagalillo, lo asumió enseguida). La toma de la cena la dejé la última porque a veces ni se acordaba... con la tripilla llena le entra la energía, y como después hay que lavarse, cambiarse y leer... pues había días en los que ni la pedía.

Y llegó el día en que nos fuimos a la cama y yo ya pensé, "es la última" y qué ganas de llorar.... y le miraba mamar y no quería que terminara nunca... cómo me ha gustado, ¡cómo he disfrutado de él!.


Y ha habido momentos malos, como cuando dejó de dormir bien y todo el mundo me presionaba para dejar la teta (incluido el padre, que yo lo entiendo, no dejaba dormir a nadie, y no hay nada peor que una familia cansada...), pero qué martirio de gente (y digo de gente, porque yo también estaba sin dormir, pero sabía que era parte de su desarrollo, y si hubiera optado por dejar la teta, también era MI decisión).

... Tal vez en esta cuestión no fui muy justa, y no respeté como pedía que  me respetaran a mí. Entendámonos, yo quería seguir con la lactancia, pero también hay que entender las posturas y las necesidades de los demás, y una familia es un equipo que tiene que afrontar las cosas unidas y con (más o menos) las mismas ideas en la cabeza. Mi chico lo pasó muy mal, pero apechugó (su mala leche por no dormir la pagábamos los demás también, todo sea dicho). Vamos, que no fue una buena época... pero pasó, y tenemos a unos niños madrugadores pero dormilones (aunque últimamente se están acostumbrando a dormir con el brazo sobre alguno de sus padres... y los pies también, si pueden).

La Criaturita ha tenido algunos días malos, a veces se acuerda y se enfada (sobre todo si está muy cansado), pero se lo explicas y "pasa por el aro".

Claro que desde entonces tengo a dos niños a una teta pegada... el pequeño se ha acostumbrado a agarrarme una teta (por debajo de la ropa, por supuesto, estemos donde estemos), y el mayor se ha acordado de lo muchísimo que le gustaba y ha vuelto a las andadas (este por lo menos no discrimina con las de su padre y se reparte un poco jejeje). ¡Hasta se las han repartido! y te lo dicen ... "eta mía", "¿y la otra?", "de Nel"... ¡por supuesto!.

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